martes, 25 de marzo de 2008

Fantasmas del invierno


Corre el año 1947 en Ordial, la capital de la provincia imaginaria que Luis Mateo Díez ha ido delimitando a lo largo de sus novelas. Pasan lentos los meses del invierno de este año de la posguerra cubiertos de nieve y de hambre que obliga a los lobos del monte a olvidar su miedo a lo humano y acercarse a la ciudad en busca de algún sustento. El frío, el hambre y el miedo servirían por sí mismos para definir los inviernos de la posguerra, cuando la nieve de Ordial cala el cuerpo y el alma.
En el orfanato "El Desamparo" en el centro de Ordial aparece asesinado Melindo Medroso uno de los niños internos y el comisario Alicio Moro inicia sus pesquisas mientras se recrudece el invierno y los lobos se mezclan con las personas en las noches de la ciudad, ya que buena parte de la novela se desarrolla en la oscuridad fría en el que deambulan insomnes y ateridos, antiguos héroes de la legión Cóndor, topos escondidos que salen a las calles con el miedo a ser descubiertos, personajes del hampa, inspectores que trabajan desafiando a la nieve, y para colmo el diablo que aparece en Ordial tras ser entrevistado en una radio clandestina. Pero en Ordial "la consigna es el silencio".

Luis Mateo Díez, Fantasmas del invierno, Alfaguara, Madrid, 2004

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